lunes, 25 de febrero de 2013

HIPERTENSIÓN

A partir de las interrelaciones entre lipoproteínas, se ha propuesto que la relación triglicéridos/HDL captaría buena información acerca de la evaluación del riesgo cardiovascular de una manera más exhaustiva que la de cada uno de ellos por separado.

En cuanto al comportamiento de LDL en este contexto, no parece haber relación en cuanto a su cantidad pero sí en cuanto a las características de la partícula, de este modo los individuos con características de SM expresan significativamente mayor cantidad del fenotipo pequeño y denso. 
Se ha demostrado que individuos con valores de glucemia en ayunas, ligeramente por encima del valor para ser considerados diabéticos -del mismo modo que aquellos que se encuentran en los rangos más altos pero aún normales de tolerancia glúcida- tienen elevado riesgo de morbilidad y mortalidad cardiovascular. Un seguimiento de 22 años de casi 2000 individuos sanos, con niveles de glucemia en ayunas que iban de 52 a 109 mg/dl, mostró que los que se encontraban en los más elevados niveles (cuarto quartil) con cifras entre 86 y 109 mg/dl, eran significativamente más hipertensos (sistólicos y diastólicos), tenían mayor frecuencia cardiaca en reposo, mayor nivel de triglicéridos y Colesterol total. Además tenían mayor riesgo de presentar eventos cardiovasculares que aquellos que se encontraban en los más bajos cuartiles de glucemia en ayunas. Individuos con valores de glucemia en ayunas iguales o mayores a 110 mg/dl pero menores a 126 mg/dl, aún con niveles de Hba dentro de rangos normales, tienen muy elevado riesgo de desarrollar complicaciones macrovasculares. La concentración de glucosa en ayunas es la variable con mayor poder predictivo para el diagnóstico de SM. Individuos que presenten valores de 110 a 126 mg/dl tienen elevada probabilidad de ser hiperinsulinémicos e insulinorresistentes. Se trata de un indicador muy especifico pero poco sensible ya que la mayoría de quienes son hiperinsulinémicos/ Insulinorresistentes suelen tener glucemias en ayunas debajo de 110 mg/dl.

La inactividad física se relaciona con una gran cantidad de factores de riesgo vinculados a la salud en general, además de ser factor de riesgo independiente para cardiopatía isquémica y diabetes tipo 2. Hay buena evidencia que la actividad física regular tiene un rol protector frente a patologías crónicas como enfermedad coronaria, hipertensión arterial, obesidad, diabetes y algunos cánceres como el de colon, además de asociarse negativamente con la depresión. Se ha demostrado que cambios en el estilo de vida que incluyan actividad fisica regular reducen el riesgo de progresión de intolerancia glúcida hacia la diabetes tipo II en más de la mitad de los glucointolerantes. Quizá por modificaciones de factores de riesgo cardiovascular tradicionales como son el incremento de HDL Colesterol, descenso de la Colesterolemia total, trigliceridemia y presión arterial, además de disminución de peso -sobre todo la rápida disminución de la grasa abdominal- mejora notablemente la insulino sensibilidad. Fuertes evidencias indican que la práctica de ejercicio físico regular para un adulto consistente en por lo menos 30 minutos de moderada actividad física, preferentemente todos los días de la semana, afecta favorablemente a los componentes del SM.

1 comentario:

  1. Desearia que actualicen mas imformacion para entenderlo mas con mas precausion en mejorarse y adominar las personas que requieren informacion importante para cuidarse mejor..

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