viernes, 25 de noviembre de 2011

ADELGAZAR DURANTE EL SUEÑO 2012

La hormona que nos adelgaza mientras dormimos, se eleva a la medianoche y utiliza la grasa de reserva durante el sueño nocturno.

La luz del sol que dirige nuestros ritmos hormonales determina que al caer la noche se eleve la hormona que utiliza nuestra grasa de reserva como combustible. Esta hormona, la GH también denominada hormona del crecimiento, se eleva al anochecer y alcanza su máxima secreción a la medianoche. Además de estimular el crecimiento en los niños, esta hormona moviliza nuestros depósitos de grasa durante el sueño nocturno.

La GH es la responsable de que al amanecer pesamos alrededor de un kilo menos que la noche anterior. Así tenemos que nuestro peso se incrementa durante el día, mientras que adelgazamos durante la noche y aunque se haga ejercicios, camine o trote, igual durante día subirá de peso mientras que en la noche se adelgaza

SI NO DUERME NO ADELGAZA


La GH asciende en la oscuridad de la noche, pero es cuando nos quedamos dormidos, cuando este ascenso se hace realmente significativo. La máxima elevación de la GH ocurre en las primeras dos horas del sueño nocturno, así tenemos que el pico de la secreción de GH es alrededor de la medianoche y la una de la madrugada. En esos momentos la GH estimula la movilización de la grasa de reserva y comienza así el adelgazamiento nocturno. Los que se duermen después de la una de la madrugada, muestran también una elevación de la GHpero esta es significativamente menor y por ello adelgazan menos. Los que no duermen en la noche, ya sea por que sufren de insomnio o por que tienen un trabajo nocturno, no muestran ninguna elevación de la GH y al menos esa noche no adelgazan nada. Por estas razones, los noctámbulos suelen ser más gordos así también los que hacen actividades hasta altas horas de la noche pierden el adelgazamiento nocturno y continuamente día tras día van aumentando de peso, porque no rebajan en la noche la cantidad de gramos que engordan durante el día.


LAS HARINAS FRENAN EL ADELGAZAMIENTO NOCTURNO



El diseño hormonal que promueve, el que la grasa del abdomen y de las piernas se movilice, durante el sueño nocturno se podría alterar por el consumo de azucares o carbohidratos en la cena.
Las harinas en las horas nocturnas, frenan la acción de la GH, y esa noche la grasa no se moviliza, perdiéndose así el adelgazamiento nocturno.

Adicionalmente, las galletas, panes, cereales, arepas, etc., ingeridas en la noche, son convertidas más en grasa que en energía pues ya al atardecer la insulina es poco eficiente y en vez de conducir el azúcar proveniente de las harinas hacia los músculos, lo lleva hacia el tejido adiposo. .Es decir, que al comer carbohidratos en la noche, no solo que perdemos el adelgazamiento nocturno sino que hasta podemos subir de peso.
Los exagerados picos de insulina que inducen los azucares o harinas ingeridas de noche son, además, responsables del aumento de triglicéridos y del incremento de la presión arterial que aparece en la madrugada que sigue a la ingesta de harinas nocturnas. Por ello, los que tienen la presión arterial elevada, cuando consumen carbohidratos nocturnos, frecuentemente se despiertan en la madrugada con los ojos enrojecidos, viendo estrellitas, con zumbidos en los oídos y malestar en la nuca y otros síntomas indicativos de un incremento de la presión arterial.

LOS EJERCICIOS, MEJOR EN LA TARDE




Los ejercicios matutinos, llevan implícito un gran peligro cardiovascular, por ser en las primeras horas de la mañana que la presión arterial se encuentra más elevada, el corazón más acelerado, y el flujo coronario muy pequeño y el momento del día en que ocurren la mayoría de los infartos, trombosis, arritmias y muertes súbitas.

El cortisol que está elevado en la mañana, es responsable de este peligro cardiovascular, pero también ocurre que esta hormona promueve la utilización de las proteínas. Por esta razón, si ejercitamos tempranito en la mañana y en ayunas, el cortisol se encargará de destruir nuestros propios músculos, el colágeno de la piel y los ligamentos musculares, cuyas proteínas serán utilizadas como combustible en vez del desayuno.
Los ejercicios matutinos promueven la pérdida de las proteínas musculares, no de la grasa de reserva pues las hormonas lipolíticas, las que utilizan grasa como combustible no se elevan sino al atardecer. Así que uno se debilita, pierde masa noble, las masas musculares se vuelven flácidas, adoloridas, la piel reseca acartonada, pero no adelgaza.
Al atardecer en cambio el riesgo cardiovascular es mínimo, la eficiencia muscular máxima y las hormonas que utilizarán grasa de reserva comienzan a elevarse. Así pues al atardecer, utilizaremos nuestra reserva grasa para la caminata, sin detrimento de nuestros tejidos nobles que más bien se recuperarán con los ejercicios y una adecuada nutrición.

LAS HARINAS MEJOR EN LA MAÑANA



En las mañanas, la insulina, que es la hormona que metaboliza los azúcares y harinas es muy eficiente y con una pequeña elevación conduce los azúcares a los músculos donde estos son

transformados en energía. Esto permite nos permite consumir una serie de alimentos altos en carbohidratos como pan, dulces, papas, galletas, etc., sin engordar. Si además, adicionamos proteínas al desayuno como leche, queso pavo etc., se controlará el hambre a lo largo del día a la vez que evitaremos que nuestros músculos se degraden y sean utilizados como combustible, esto incrementará la masa muscular. Por otra parte disminuir el consumo de harinas en las horas nocturnas facilitará la elevación de la GH y la movilización de la grasa. De esta forma perderemos únicamente grasa de reserva. Tendremos más energía, más masa muscular y menos tejido adiposo.

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